EL MEDIO O CANAL COMO VEHÍCULO DE COMUNICACIÓN

IMPORTANCIA DEL MEDIO O CANAL EN LA ENCODIFICACIÓN DEL MENSAJE

Los canales de comunicación o vehículos a través de los cuales viaja el mensaje, comprenden tanto los medios impresos, visuales y auditivos, como los medios que provee el cuerpo, pues los gestos faciales y movimientos diversos son medios de transmisión de información, así podremos dividir los canales en físicos y corporales.

Canales Físicos

Para aumentar nuestra efectividad comunicativa, es necesario analizar qué tipo de canal físico es el más adecuado para el mensaje que queremos transmitir, y su elección está en función de los receptores que lo recibirán y la respuesta que de ellos se pretende obtener:

1. Cuando damos un mensaje formal importante, el mejor medio es la comunicación escrita, puesto que con ella se evitan distorsiones y permite la oficialización por medio de sellos y firmas. Sin embargo, es necesario considerar que cuando el mensaje es muy extenso, se corre el riesgo de que las personas no lo lean.

2. Cuando el factor retroalimentación es muy relevante, es decir, nos interesa obtener sugerencias, aclaraciones o comentarios directos por parte de la gente, el mejor medio será la comunicación oral: juntas, reuniones, audiencias, presentaciones, etcétera. En estos casos, el medio escrito se utiliza sólo como complemento reforzador.

3. Cuando se quiere presentar a un grupo de personas un nuevo programa o proyecto, con carácter más informativo que comunicativo, se utilizan generalmente los medios audiovisuales o multimedia, tomando en cuenta que: la parte visual hará más atractiva la exposición y presentará ideas clave, y la parte auditiva servirá para reforzar lo visual y para extender y profundizar más en ideas. En este caso, la parte visual o gráfica juega un papel primordial en la encodificación del mensaje, pues un sobrecarga de información escrita provoca ruidos (falta de atención, interés y comprensión) que boicotearán la decodificación del mismo. El audio, al profundizar y complementar el elemento visual, tiene el segundo papel de importancia, dejando en tercero al elemento escrito.

Al elegir adecuadamente el canal para transmitir nuestros mensajes, la posibilidad de ruido o interferencias no deseadas en nuestra comunicación se minimizará.

Canales Corporales

En el proceso de encodificación, el emisor puede aprovechar de manera significativa los canales sensitivos más desarrollados en su persona. Aun cuando todos recibimos y emitimos comunicación constante a través de los cinco sentidos del cuerpo humano, siempre hay uno o dos que desarrollamos más. Este sentido más desarrollado nos permite percibir los mensajes del entorno de una manera diferente a otros, de tal forma que dos personas viviendo la misma experiencia en tiempo, lugar y forma habrán de decodificarla de manera diferente y así transmitirla o comunicarla.

Los canales corporales más desarrollados nos permiten utilizar analogías y metáforas en función de las sensaciones que percibimos por medio de ese sentido:

Los visuales resaltarán observaciones referentes a situaciones, ejemplos o metáforas recreadas a través de imágenes y percibirán mejor los mensajes de su entorno a través de elementos gráficos. Su atención estará enfocada en lo que sus ojos ven, y los colores juegan un papel determinante en su vida. Ejemplo de ellos son los arquitectos, diseñadores gráficos o artistas plásticos.

Ejemplos de expresiones de personas visuales: “Qué iluminado está ese cartel”, “Llevaba un vestido rosa con unas perlas en el escote”, “Era de colores vivos”, “Se puso rojo de rabia”, “Se habrá puesto verde de envidia”.

Los quinestésicos enfocan su atención, tanto para emitir como para recibir mensajes, en las sensaciones táctiles: temperatura, textura, contracción, relajación, etcétera. Para ellos es sumamente importante tocar su entorno para recibir de él información, así como acompañar su comunicación verbal de gesticulación y movimientos corporales.

Ejemplos de expresiones de personas quinestésicas: “Se me puso la piel de gallina”, “Es tan suave como la piel de un bebé”, “Me estremecí al escucharlo”, “El ambiente se congeló, al momento en que apareció”, “Me parece una persona pegajosa”.

Los auditivos perciben mejor su entorno por medio de la escucha, por lo que incorporan gran cantidad de analogías con sonidos, incorporando en su conversación expresiones guturales (¡crash, pum, shhh, splash, uff!) o haciendo sonidos con sus manos o instrumentos diversos. Ejemplo de ello son los músicos, audiófilos, melómanos, locutores o incluso, los radioaficionados.

Ejemplos de expresiones de personas auditivas: “Hizo tanto ruido como el estallido de una bomba”, “Dio un portazo terrible y se fue”, “Se escuchaba una música de fondo”, “Entré en la oficina y tiquitiquiti, se oía teclear a la secretaria”.

Los olfativos perciben mejor su entorno a través del olor, por lo que su atención es atraída de mejor forma a través de los aromas. Estos corren el riesgo de discriminar fácilmente si el aroma natural de una persona, imperceptible para otros, le es desagradable. Estas personas normalmente muestran interés por desarrollarse profesionalmente en la industria del perfume o fragancias ambientales, o como catadores de vino, por ejemplo.

Ejemplos de expresiones de personas olfativas: “La atmósfera tenía un olor amargo”, “La comida tenía especias exóticas”, “Me encanta tu perfume, ¿es Chanel?”, “Se te impregnó el olor del restaurante”.

Los gustativos ponen énfasis en las connotaciones y descripciones que acentúan sabores y gustos. Las personas que normalmente desarrollan este canal comunicativo lo hacen a partir de una formación donde el alimento juega un papel prioritario, sobretodo en la comunicación familiar. Destacan entre ellos los cocineros, especialistas gastronómicos y catadores, pero en culturas tradicionalmente culinarias, es fácil encontrar más personas con este canal comunicativo desarrollado.

Ejemplos de expresiones de personas gustativas: “!Hummm, qué noche tan deliciosa!”, “Nos pasamos un rato tan rico”, “Este sí que es un ambiente picante”, “Me parece una persona en extremo agria”.