Al ser la comunicación el proceso más importante de la interacción del ser humano, muchas han sido las ciencias ocupadas en su estudio desde diferentes ángulos. Así tenemos que la PSICOLOGÍA estudia al hombre como canal que sintetiza y simboliza la realidad (aspecto individual), cuyas capacidades le limitan o facilitan interactuar con otro o varios comunicantes (aspecto interpersonal), así como formar parte de una dinámica de comunicación organizacional, influyendo y afectando con su actitud dialógica a otros (aspecto grupal). Asimismo, dirige sus conocimientos al estudio de los efectos de los medios de comunicación y el manejo del mensaje en el ser humano, aplicando sus principios al estudio de la publicidad, la propaganda y la opinión pública (aspecto masivo).
La SOCIOLOGÍA, por su parte, al estudiar la realidad social y el conjunto de fenómenos sociales, pone particular interés en el proceso de la comunicación como uno de los fenómenos más complejos y determinantes en la construcción o destrucción de grupos sociales. Muy de la mano, entonces, el estudio del hombre como miembro de la naturaleza y especie en evolución lleva a la ANTROPOLOGÍA al estudio de la comunicación como elemento dinámico y decisivo para el desarrollo de la raza humana.
La LINGÜÍSTICA y la SEMÁNTICA, por otro lado, ponen sus conocimiento del lenguaje (habla y escritura: vehículo de comunicación más eficiente) y los signos (origen y efecto connotativo y denotativo) al servicio del estudio de la comunicación, para facilitar su entendimiento y desarrollo.
Y, siendo el fenómeno de la comunicación tan complejo, no podrían faltar en este dilema dialógico cuestiones como: ¿Porqué se comunica el hombre? ¿Realmente se comunica? ¿Cómo se comunica?, llevando a la FILOSOFÍA a su reflexión por amor a la sabiduría y verdad.