A decir de Carlos van-der Hofstadt, el proceso de comunicación supone la intervención activa de todos los elementos componentes de las habilidades sociales, creando una secuencia organizada en la que todos intervienen en mayor o menor grado, y en uno o varios momentos de esa secuencia.

Para que este proceso se dé, se hace necesaria, por lo menos, la existencia de un emisor, un receptor y un mensaje, comprendido éste como el conjunto de señales organizadas (codificadas) por un emisor y emitidas a través de un canal, para ser interpretadas (decodificadas) por un receptor.

Ciertamente, la comunicación es un proceso complejo por la cantidad de elementos que intervienen en la misma y de los cuales depende que la comunicación sea efectiva o no. Por ello se hace necesario comprender cada uno de estos elementos:

EMISOR Y RECEPTOR:
La comunicación empieza en el emisor, el cual toma la iniciativa de codificar una idea, conformando así un mensaje que es enviado al receptor. El receptor recibe el mensaje, implicando con ello un esfuerzo de decodificación o interpretación del mismo. A lo largo del proceso, ambos, emisor y receptor, intercambian roles en un gran número de ocasiones debido a la retroalimentación.

MENSAJE: Éste es el conjunto de ideas o informaciones que se transmiten mediante códigos, claves o imágenes para ser interpretadas por un receptor.

CÓDIGO:
Éste es el “lenguaje” que se utiliza para transmitir el mensaje. Para que la comunicación sea efectiva, es necesario que tanto el emisor como el receptor compartan el mismo código.

CANAL: Es el medio a través del cual se emite el mensaje del emisor al receptor; es decir, es el vehículo por el cual el mensaje viaja.

CONTEXTO: Éste supone la situación concreta en la que se desarrolla la comunicación y determina en muchos casos los roles que ejecutan emisor y receptor. Del contexto depende, en gran medida, la correcta comprensión del mensaje.

RUIDOS: Los ruidos son todas las alteraciones que se producen durante la transmisión del mensaje (interrupciones visuales, sonidos, olores, malas actitudes, distracciones del interlocutor, etcétera.)

RETROALIMENTACIÓN:
Supone la información que devuelve el receptor al emisor sobre su propia comunicación, tanto en lo que se refiere a su contenido como a la interpretación del mismo o sus consecuencias en la conducta de sus interlocutores.